La idea surgió a raíz de una historia que nos contó nuestra profesora cuando estábamos en el último curso de secundaria. «Mirad, chicos, lo que me ha ocurrido», nos dijo muy indignada. Le acababan de encargar que escribiera una enciclopedia de historia del arte para niños y le daban total libertad a la hora de tratar los temas propuestos. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que eso no era del todo real. Los temas eran interesantes y estaban bien planteados, pero en esas páginas faltaba algo muy importante: las mujeres. No hay mejor sitio para empezar a normalizar la presencia de la mujer en el arte que en una enciclopedia para niños. Y ella insistió en incluirlas. Tenía la oportunidad de darles el reconocimiento que merecían y quería aprovecharla. Pero el editor no pensaba igual. «Eso no tiene éxito. Nadie las conoce».
Y, pese a la insistencia de nuestra profesora, en esa enciclopedia no aparecieron más de una o dos mujeres. Pero nosotros no olvidamos lo que nos había contado. Un año después, cuando nos tocó decidir qué tema trataríamos en el trabajo de investigación de bachillerato, lo tuvimos claro. Alguien debía empezar a cambiar esa tendencia. Nuestro trabajo serviría para dar visibilidad a esas mujeres que nadie conocía. Y no solo a las del mundo del arte, sino a todas aquellas que han tenido un papel importante en el desarrollo de diferentes disciplinas a lo largo de la historia. Estábamos entusiasmados con la idea de crear una enciclopedia de mujeres. Nos basaríamos en otras obras ya publicadas y aprovecharíamos todas las fuentes disponibles.
No hemos dejado nada al azar. El diseño también está muy pensado. Cada color corresponde a un grupo –artistas, científicas, escritoras, activistas– porque así es como somos las mujeres, diversas.
Lo sorprendente fue que no encontramos casi nada. Ni libros de historia, ni enciclopedias, ni nada parecido. Después de mucho buscar, solo conseguimos un libro. Estábamos en 2017 y solo existía una obra en la que se reivindicaba el papel de las mujeres en las últimas décadas. Nadie podía interesarse por ellas, si ni siquiera sabían que existían. ¿Quiénes eran Hélène Delangle, Gabriela Mistral, Simone Weil o María Zambrano? Con nuestro proyecto, Ellas: mujeres que cambiaron la historia, queríamos conseguir que al menos algunas de esas mujeres olvidadas tuvieran un poco de visibilidad.
Por suerte, con la ayuda de los profesores de las distintas asignaturas y tras muchas horas de búsqueda en internet logramos tener una lista de ciento veinte mujeres. En realidad, encontramos más, pero no podíamos incluirlas todas. Era mucho trabajo. Debíamos organizar, verificar y resumir la información para crear algo que realmente aportara datos nuevos. Queríamos que nuestra enciclopedia sirviera para dar a conocer a mujeres de distintos campos y diferentes épocas. Nunca habíamos hecho nada parecido y organizarse no ha sido sencillo. Somos un grupo que se lleva muy bien, pero también somos muy distintos. Nos ha tocado ceder, negociar, tomar decisiones y aprender a aprovechar lo que cada uno saber hacer para conseguir lo que nos habíamos propuesto. Y, bueno, lo estamos logrando.
Lucía, que estudia en una escuela de Manga y estudiará Bellas Artes, dibuja las páginas de cómic y algunos retratos. Regina, que, aunque quiere estudiar marketing, disfruta mucho dibujando, se encarga de la mayoría de los retratos. Kim, que quiere estudiar animación, se ocupa de las animaciones y de la página web. Y Diego, que hará comunicación audiovisual, escribe los textos y gestiona la cuenta de Instagram. La información la sacamos de muchos sitios distintos. Quizás lo más complicado es encontrar las anécdotas o los datos más específicos. Tampoco existen fotografías de todas ellas y eso nos obliga a ser más creativos con los retratos. El cine, la fotografía y la pintura son grandes fuentes de inspiración.
La cuenta de Instagram la abrimos el 8 de marzo.
No es fácil, el bachillerato es duro y tenemos pocas horas. Nuestra escuela no dedica una hora específica al trabajo de investigación, así que nos toca hacer las cosas los fines de semana o entre clases. Estamos todo el día enganchados a whatsapp. Más de lo que normalmente lo están las chicas y los chicos de 16 años. Pero merece la pena. Estamos consiguiendo lo que jamás nos hubiéramos imaginado. En tan solo unos meses nos han propuesto hacer una exposición fuera de la escuela, presentar el proyecto en otros institutos, pintar un mural, y ya nos han hecho un par de entrevistas. ¡Y también queremos publicar un libro! Ahora ya no es el único proyecto sobre mujeres que existe. A raíz de la manifestación del 8 de marzo de 2018 empezaron a aparecer enciclopedias y libros por todas partes. Eso está bien. Demuestra que, a fin de cuentas, sí es algo que interesa y tiene éxito. Solo era cuestión de empezar.
2 Comentarios
Me encanta que arranquen hacia la vida adulta metiendo primera y a tope de gasolina :-). Gracias por esta nueva historia tan ilusionante.
Gracias a ti Tina, por leerla.